"La mayoría de nuestras decisiones de hacer algo, cuyas consecuencias completas se desarrollarán a lo largo de una sucesión de años, puede que sean el resultado exclusivo de nuestros instintos –de una especie de resorte que nos invita a la acción más que a la inacción- y que no es el resultado de un cálculo, por elemental que sea, de los beneficios esperados y de sus respectivas probabilidades. El espíritu animal actúa impulsado sólo por sus propias prospecciones, por muy ingenuas que puedan ser y se basa en una serie de cálculos que no serán mucho más exactos que los que se hacen al plantear una expedición al Polo Sur. Por esto, si nuestros instintos se tornan débiles y el optimismo espontáneo vacila, dejándonos a solas con nuestros cálculos matemáticos de expectativas, el espíritu animal desvanece y muere, aunque los temores a incurrir en pérdidas puedan no tener una base más racional que las esperanzas de obtener beneficios.La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero.
Se puede afirmar, sin miedo, que el espíritu animal que depende de las esperanzas puestas en el futuro beneficia a la comunidad, pero la iniciativa individual sólo será adecuada cuando al cálculo y a la racionalidad se le añada el apoyo de los instintos, de forma que la idea de contabilizar pérdidas que puede detener a los pioneros se deja a un lado, al igual que el hombre lleno de salud hace caso omiso de la idea de que alguna vez tendrá que morir".
John Maynard Keynes
* La traducción literal podría ser en plural: espíritus animales.
1 comentario:
Lindo!!!
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